Ayer, día 13 de septiembre. nuevamente y para no perder la
costumbre, el periódico Levante presentó la noticia sobre las nuevas acciones
que va a emprender el ayuntamiento de Valencia contra los propietarios de
apartamentos privados para uso turístico, mientras estudian o no las exigencias que deben reunir dichos
apartamentos y a los que, una vez más, se les llama alegales, cuando NO alegales y
SI ilegales, y digo con mayúsculas ILEGALES, son las normas que aplica el
ayuntamiento de Valencia a este tipo de actividad, que si bien se considera
actividad, no está catalogada como actividad económica por la normativa estatal y sentencias
judiciales, siempre y cuando reúnan los requisitos por todos bien sabidos, y
que SÍ ha de cumplir el ayuntamiento.
Pero, como siempre, tan solo se piensa en una determinada clase. Entre las nuevas
normas que pretende implantar el ayuntamiento de esta ciudad, está la suavización
de las actualmente existentes para favorecer la rehabilitación de edificios
completos por empresas hoteleras para
que los alquilen por apartamentos turísticos, rehabilitaciones que tan solo pueden ser
realizadas por los que pueden asumir sus costes, comprar a precio de saldo, y
liberar a sus actuales propietarios de las cargas impositivas que no pueden asumir,
e incitan a los vecinos a formular protestas a través de las diversas
asociaciones de vecinos, previamente manipuladas, en cuyas reivindicaciones,
invariablemente, se argumenta, que los huéspedes que se alojan en los
apartamento de alquiler a corto plazo, son los causantes del malestar vecinal,
de los ruidos hasta altas horas de la noche, de las broncas y algarabías de la
calle y, como no, del llamado TURISMO DE
BORRACHERA, término despectivo con el que se califica al conjunto de
visitantes de nuestra ciudad, niños, jóvenes y mayores, que alquilan nuestras propiedades, olvidándose
que este tipo de alojamiento, en un
85/90 %, son ocupados por matrimonios y
padres de familia acompañados de sus hijos, y por hombres y mujeres de negocios,
que prefieren este tipo de de alojamiento, en los que pueden realizar sus
comidas, desayunos y meriendas, y no a los ofrecidos por un hotel por habitaciones de 20 metros
cuadrados (si es que llega) en las que se sienten confinados, y cuya máxima
comodidad es estar tumbado en la cama mirando el techo, pues si quieres
disfrutar de TV, en la mayoría de los casos, tienes que pagarla, o de
apartamentos situados en edificios de apartamentos turísticos de alquiler
promovidos por grandes empresas hoteleras, que lo único que buscan es eliminar
una competencia que les hace daño por su calidad y precio, es decir ,por lo que estas
empresas no pueden ofrecer. Pero en tanto se discute la nueva normativa que
regule este tipo de alojamiento, en los que sumamente interesado está nuestro
excelso ayuntamiento, guiados por la no menos excelsa corporación e inspirada por
el señor Sarría i Morell, ilustrísimo señor, que no ha tenido más empleos que
los derivados de su calidad de político, sin un historial que ofrezca un mínimo
de conocimientos en urbanismo, es hoy el
portavoz del Área de Desarrollo Urbano y Vivienda, además de desempeñar
diversos cargos en empresas públicas, se dispone a descubrir a los llamados
apartamentos ilegales por mediación de agentes destinados a sonsacar a los
vecinos mediante el chivatazo, y, a ser posible, de aquellos cuya inquina viene
demostrándose continuamente a través de las denuncias contra el botellón y las
broncas que se producen en la vía pública, cuando éste no es problema que deba
ser abordado y resuelto por los propietarios de apartamentos, sino por la
fuerza pública que debe mantener el orden y seguridad de las calles. Pero
además, estas denuncias siempre van en la misma dirección: sus causantes son
los apartamentos privados arrendados por días a los visitantes de esta ciudad, en
tanto que los erasmus (estudiantes, hay que se condescendientes) ocupan pisos
completos alquilados por habitaciones, en condiciones muchas veces lamentables
de habitabilidad e higiene, que provocan
molestias a la vecindad y a las comunidades de vecinos, que siendo bolsas de
fraude en el alquiler, campan a sus anchas; o de los edificios completos
destinados a apartamentos turísticos de grandes empresas hoteleras ocupados
muchas veces por grupos de jóvenes mochileros como a veces los he visto acceder
en bandadas, y por qué no de los propios hoteles. Todos ellos tienen “habeas
corpus”; los malos son los propietarios de apartamentos privados, que nada
tienen que ver con el turismo de borrachera ni con los escándalos en las
calles. Mientras tanto, el ayuntamiento hace la vista gorda a la suciedad de
las calles de la ciudad con sus orines y excrementos de animales y de no tan
animales, con la prostitución que pulula ofreciendo sus servicios a los
transeúntes que van por las calles aledañas a la Plaza del Ayuntamiento, o por
los mendigos que solicitan al viandante una moneda o están tirados en las
aceras y que cada paso se encuentran, y tantas y tantas otras obligaciones que el
ayuntamiento elude, no avergonzándose y ni siquiera citar a pesar de ser una
corporación dominada por “progres”, progres ¿de qué? ¿Por qué el Sr. Sarria i Morell, en cuyo
historial profesional no se menciona un solo empleo en la empresa privada, (es
decir, viviendo siempre del chollo), y cuyo conocimiento en urbanismo no es
desconocido, no regula igualmente la infinidad de oficinas, despachos de abogacía,
notarías, gestorías, consultas médicas, estudios profesionales de todas clases,
sedes empresariales, e incluso clínicas privadas con sus aparatos radiológicos,
verdadero peligro para los vecinos, etc., etc. (podríamos continuar y no
acabar) ubicados en primeros, segundos, terceros, cuartos, etc. pisos de
edificios residenciales, cuya identificación es suficiente con leer las placas situadas
en las fachadas de edificios y no acudir al chivatazo de vecinos? ¿piensa
también eliminarlos? ¿o es que de estos no hay intereses no confesables? ¿Por
qué el Sr. Sarría i Morell, perdón, ilustrísimo, que desde que tiene poder no
ha dejado de incordiar a los propietarios de apartamentos de alquiler a corto
plazo? ¿Por qué el Sr. Sarría i Morell, vuelvo a pedir perdón, ilustrísimo, no
lee y cumple la normativa estatal y las sentencias judiciales que vienen dando
la razón a este tipo de viviendas, buscando tan solo los vericuetos para
eliminarlas a favor de otros sectores, e impedir su implantación y desarrollo como
un hecho de los tiempos actuales? ¿Es
que es un iluminado y esa iluminación nos aturde, pero cuyo aroma, si es que la
iluminación tuviera aroma, no es nada agradable? Por favor, déjese de pamplinas
y de argumentaciones demagógicas y dé soluciones equitativas y no de intereses sectarios
poco recomendables. ¡Entérese de una vez
que los ilegales son ustedes!
Y como colofón:
¿por qué las asociaciones de propietarios de apartamentos de alquiler a corto
plazo no se unen y dan la batalla todas juntas? A ver, que me lo expliquen
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